Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, decidió dejar de lado por unos instantes la crujiente interna peronista que lo tiene como protagonista y dedicó energías para confrontar con Javier Milei, que lo dejó afuera de la ultima reunión de mandatarios. El movimiento fue una extensa carta en la que le pide al Presidente un diálogo, sin dejar de reconocer el resultado electoral del domingo pasado.
El gobernador se decidió a ganar tiempo y evitar nuevas confrontaciones con el sector que encabeza Cristina Kirchner. Justo en momentos en los que la tropa que le responde le pide que rompa de manera definitiva con La Cámpora y el mandatario necesita de respaldos legislativos de todos los sectores de Fuerza Patria para sancionar el Presupuesto 2026, definir autoridades de las cámaras de la Legislatura y avanzar con el proyecto de endeudamiento, clave para su gestión. (Ver pág. 13)
Con ese horizonte, colocó el foco en cuestionar al gobierno libertario en su faceta económica y denunció el impacto negativo de las políticas de ajuste sobre la sociedad argentina en una misiva extensa que dio a conocer a través de sus redes sociales ayer por la tarde.
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El mandatario habló sobre la recesión, la caída del consumo y el aumento de la angustia social. Mencionó que el plan libertario tiene impacto en sectores como jubilados, trabajadores, comerciantes, industriales, estudiantes y sectores vulnerables y medios. Asimismo, apuntó que este combo significa una recesión profunda, pérdida de empleo y un clima de desesperanza generalizada.
El plan económico, desde la mirada del gobernador bonaerense, “fracasó” y lamentó la influencia de los Estados Unidos a través de su secretario del Tesoro, Scott Bessent. Sostuvo que los mercados financieros se calmaron pero la situación de miles de argentinos “no se resolvió”. También calificó de “vergonzoso” el rol que cumplió Donald Trump en el salvataje financiero, “amenazando” a los argentinos con “no ser generoso” si LLA perdía los comicios.
En otro tramo del texto, Kicillof advirtió que el respaldo internacional no puede sustituir el apoyo del pueblo argentino. Aludiendo a una frase habitual del Presidente, señaló: “La suma de quienes no votaron por su fuerza política y los millones de argentinos que no fueron a votar constituyen una mayoría social que no lo está aplaudiendo precisamente”.
No obstante, más allá de esta batería de cuestionamientos, el dirigente reconoció la performance electoral que consiguió la administración Milei el pasado 26 de octubre. Y reclamó la apertura de un diálogo genuino que incluya a todos los sectores y respete el federalismo.
“Le pido que escuche, que corrija, que dialogue. No con los mercados, con la gente. El futuro de la Argentina no se construye con odio ni sometimiento, sino con respeto, cooperación y amor a la patria”, cierra la carta de Kicillof.







