Gerardo Milman: «Estar en la lista no me desvive»

Gerardo Milman, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, aseguró que su lugar en las listas para las elecciones bonaerenses lo tiene «sin cuidado” y respaldó la alianza electoral entre el PRO y La Libertad Avanza porque “hay que facilitarle la elección al electorado”. “Más de la mitad de la sociedad no quiere ni ir a votar”, advirtió en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Gerardo Milman es diputado nacional, electo por la provincia de Buenos Aires en 2021. Lo había sido antes, entre 2009 y 2013. Comenzó en la política de la Unión Cívica Radical y luego fue parte del partido GEN. Fue secretario de Seguridad Interior de la Nación entre 2016 y 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri y director de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, representando en aquel momento la oposición.

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Ayer dijiste: “Hay diputados que no saben leer ni escribir y no está mal». Me recuerda lo que dijo Lilita Carrió respecto específicamente a diputadas de La Libertad Avanza, que percibía que habían llegado a cargos legislativos por cuestiones de género más que por cuestiones de tener su propia capacidad. Me gustaría un balance suyo respecto de esa degradación que percibe en las cámaras.

Usted mencionaba que yo fui diputado ya en el 2009, y en estos días que se discutió el tema de YPF, yo recordaba esa sesión. Yo mismo siento haber sido mejor diputado en aquel entonces que hoy. Entonces, cuando me miro en el espejo digo: ¿y por qué yo fui mejor antes que ahora? Y yo la percepción que tengo es que la sociedad argentina se viene degradando. La sociedad argentina se viene degradando, y la Cámara de Diputados es la representante del pueblo de la Argentina. Cuando yo dije “no está mal”, no quise decir que esté bien, son dos cosas distintas. Porque las instituciones deben dar el ejemplo, pero no está mal porque nosotros representamos a todos los sectores de la sociedad argentina, y hay un importante sector de la sociedad argentina que se ha degradado.

Hay un sector que vive sin cloacas, que vive a la intemperie, que vive con el narcotráfico con el narcotráfico, los chicos no van a la escuela y no tienen comprensión de texto, no saben resolver un problema de matemática, como muestran todas las pruebas educativas que se hacen y hay gente que come una vez al día. Los que estamos ahí adentro tenemos que también poder representar eso, y tenemos que salir de esos sectores, digamos. No todos, porque hay otros que representan otra cosa, que tienen una capacidad universitaria, pero lamentablemente la sociedad argentina ha retrocedido culturalmente.

Nosotros exportábamos nuestro modelo educativo a toda América Latina. Usted tiene una edad parecida a la mía. Recordará la revista Billiken, que era una revista educativa y se vendía en México. Era un ejemplo de la impresión y del contenido educativo que tenía, ya desde Sarmiento, que trajo los maestros de Estados Unidos y la educación obligatoria. El modelo educativo de educación pública argentina fue exportable. Hoy no podemos exportar nuestro modelo educativo porque tenemos un montón de deficiencias. Y eso ha hecho, desde mi humilde punto de vista, una degradación cultural muy importante en la sociedad argentina. Y la Cámara de Diputados, para bien o para mal, tiene que representar todas esas aristas que tiene la Argentina. El país también tiene jóvenes que se reciben de carreras cibernéticas y de ingenierías en petróleo, que antes de terminar son demandados por la NASA en algunos casos. Porque también están esos recursos humanos en la Argentina. La Argentina tiene esa dualidad. Y los representantes del pueblo tenemos que contemplar todas esas realidades.

¿Y el Presidente representa también esa degradación, digamos? Usted se manifestó en contra del cauce de insultos en el Congreso, pero el Presidente todos los días rompe récord de agravios, tanto a políticos como a periodistas.

Yo vuelvo a decir: los representantes del pueblo son parte del estado de la sociedad. Tanto en el Poder Ejecutivo como en el Poder Legislativo, que son los que representan a las provincias en el caso del Senado, y al pueblo en el caso de la Cámara de Diputados, y el Poder Ejecutivo, representan lo que le pasa a la sociedad. Si usted sale con su auto a la calle y comete una maniobra media fuera de lo normal, puede bajar alguien con un palo a querer romperle el vidrio en vez de pedir disculpas. Está muy violenta la sociedad. Entonces, hay una representación de un sector que quiere insultar, que quiere hacer eso. Hay otro sector de la sociedad que quiere llenar de estiércol las viviendas de un legislador, otro legislador que habla mal de la hija de una expresidenta. Bueno, es la sociedad. Yo vuelvo a decir: termina siendo la sociedad. No digo que esté bien, para mí está muy mal. A mí no me va a escuchar decir una mala palabra. Cuando alguien de mi familia dice una mala palabra, me enojo. Si se me cae un piano en el dedo gordo, por ahí sí. Pero tengo una educación distinta.

¿Está cansado de la política? Porque uno, frente a esto, puede tener dos actitudes. Una es pensar que representa otra perspectiva de la vida, y luchar contra lo que cree que está mal. ¿Cuál es su actitud frente a esto que usted describe?

Bueno, yo represento también gente. Hay gente que piensa como. No sé si somos mayoría o minoría.

Pero la descripción que usted realiza es objetiva. Me parece que la debe compartir mucha gente.

Sí, por eso. Hay gente que piensa como yo, que tiene un lenguaje como el mío, que trata de estudiar los temas, que trata de interiorizarse o informarse. Los jóvenes hoy están muy lejos de la política. Usted tiene medios de comunicación y sabe que un chico de 20 años no lee un diario. Hay que hacer un esfuerzo para que lean un libro. Y nosotros leíamos en nuestras casas. Si no leíamos, nos lo leían. Y capaz nosotros, con nuestros hijos, no lo hicimos más. Mi papá vino de Europa, es un sobreviviente del Holocausto, y la pasó mal, y perdió toda su familia en la guerra. Yo no me podía levantar de la mesa hasta que mi papá terminaba de comer. Era muy estricto, por ahí, visto desde hoy. Eso tenía consecuencias que, para mí, que era chico, eran muy duras, pero también fue una forma de formación. No soy todo lo estricto que era mi papá, pero tampoco soy todo lo laxo que son otros padres y otras familias que no han tenido esa oportunidad. Uno va encontrando un punto de equilibrio.

Ahora, creo que hay un sector de la sociedad que actúa como yo, que piensa como yo, que tiene los valores que tengo yo. Y para mí, la política es pasional. Yo podría dedicarme a lo privado, y las veces que no he estado me he dedicado a lo privado. Yo he perdido plata haciendo política, no he ganado plata. Tenía muchas propiedades cuando empecé a hacer política y hoy tengo una sola. No fue un beneficio, es algo pasional. Es como cuando uno se hincha de un club, y es difícil dejar de ser hincha de un club. Y esto es lo mismo. Ahora, no me desvivo por estar en un cargo público. La mayoría de mi vida hice política sin ningún cargo público.

Claudio Mardones: Hoy es un día muy importante en la provincia de Buenos Aires porque se espera la realización de una asamblea del PRO provincial para analizar el esquema de alianzas. El 9 de julio vencen los plazos para la legislación bonaerense para el cierre de alianzas y el 19 de julio la inscripción de candidaturas. ¿Cree que la asamblea va a terminar convalidando el acuerdo, el pacto entre el PRO y La Libertad Avanza en la provincia?

El PRO ha definido que su presidente en la provincia de Buenos Aires, el diputado Cristian Ritondo, junto al diputado Santilli y el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, lleven adelante las negociaciones con las autoridades de La Libertad Avanza, sobre todo con el presidente de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja. Y creo que van a llegar a buen puerto, más allá de los intereses de la política, de lo que se trata es de llegar a buen puerto, de un lado y del otro, como el kirchnerismo y el proto-kirchnerismo. Aunque me cuesta diferenciar, me parece más una pelea de alcoba que de otro tipo. Pero la sociedad necesita que las propuestas parecidas se presenten en conjunto. Hay que hacerle fácil la elección al electorado porque más de la mitad de la sociedad no quiere ni ir a votar. Entonces tenemos que facilitarle las cosas a los ciudadanos.

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Cristian Ritondo y Diego Santilli en Casa Rosada.

Yo inclusive he presentado un proyecto de ley para generar nuevos mecanismos de votación, para que se puede hacer a través del correo como en muchos países. Y algo más alocado, si se quiere, que es que podamos votar con nuestros celulares. Con nuestros celulares podemos hacer de todo, cualquier cosa con nuestros bienes. ¿Cómo no vamos a poder votar? Entonces, hay que resolver los problemas de la gente. Y entonces las propuestas que son similares se tienen que unificar. Y yo creo que Ritondo tenía mucha confianza de que el conjunto de la asamblea, que preside Néstor Grindetti, va a aprobar el acuerdo con La Libertad Avanza para que todos juntos vayamos a competir en las elecciones del 7 de septiembre.

CM: Algunos dentro de mi propio partido sostienen que la negociación, más que un acuerdo, parece una capitulación, especialmente en términos de los lugares que va a tener el PRO en las listas. Otros dicen que no es tan importante el color amarillo. Pero aun así, hay dirigentes que insisten en que lo que posiblemente hoy se cierre sea más una capitulación que un acuerdo entre partes. Otros creen lo contrario y dicen que no están en condiciones de forzar una negociación”. ¿Coincide con esa lectura?

Yo lo que creo es que las listas se van a armar con la representación que tenga cada uno de los espacios, o la estimación de la representación, porque la representación la vamos a saber cuando la gente vote. Pero hay una estimación, que son los sondeos de opinión, y eso va a reflejarse en las listas, digamos. Hay lugares donde una fuerza política tiene mayor representación, hay otras donde tiene menos. Y hay que respetar dónde una fuerza gobierna y dónde la otra fuerza no gobierna. Esas cosas me parece que van a ser tenidas en cuenta en los acuerdos que se lleven adelante. Una vez acordada la alianza, después se discutirá la integración de las listas. Pero vuelvo a decir que es un problema de los políticos, de nosotros. La sociedad quiere que le resolvamos el problema de la inseguridad, el problema del empleo, el problema educativo, el problema de la salud.

Me parece que el Gobierno nacional viene trabajando muy duro en el tema de la baja de la inflación. Y cuando uno ve los sondeos de opinión, ve que ya no hay una demanda de la preocupación sobre la inflación. Ahora el Gobierno tiene que seguir aplacando la inflación para tener valores normales, como nuestros países vecinos, que tienen 3 o 4% anual. Todavía nos falta llegar a eso. Hay empezar a ocuparse también de lo que se llaman las reformas de segunda generación, que serán una modernización laboral, para después poder tener una recuperación del sistema previsional. No existe la posibilidad de recuperar el problema de nuestros jubilados si no tenemos mayor cantidad de gente con trabajo formal, que pueda aportar, que pueda engrosar la masa para que se reparta a los jubilados.

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Son procesos que todos quisiéramos que fueran en 24 horas, pero requieren una tarea que lleva tiempo, lamentablemente, porque no hay magia en esto. Es la reconstrucción de una política que durante mucho tiempo se hizo incorrectamente. Y no quiero ahondar en eso para mirar para atrás. Hay países a los que les va bien con este tipo de políticas. Entonces, ¿por qué nosotros no podemos? Tenemos recursos humanos, todos los climas y tenemos todas las oportunidades. Tenemos las cosas que demanda el mundo, que son alimentos, minerales, energía. Entonces, ¿alcanza con eso? No. Hay países que no tienen nada de eso y les va muy bien porque han desarrollado modelos educativos y tienen intelecto, tienen inteligencia y prestan servicios. Pero la Argentina tiene una combinación de todo eso que le tiene que dar soluciones a su pueblo.

Y en eso, hay que llevar adelante esas políticas para que, lo más temprano posible, tengamos resueltos los problemas que históricamente la Argentina no ha podido resolver. Y eso es lo que le importa al electorado. Después, si un candidato va tercero, si el otro va cuarto, qué sé yo. La verdad, a mí me tiene sin cuidado, honestamente. Si voy en la lista y quieren que esté, estoy. Si no quieren que no esté, no estoy. Haré política, como la mayoría de mi vida, desde el llano. No tengo ningún problema. Estar en la lista no me desvive. No creo que ese sea el problema de la gente.

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Fuente: Perfil.com