El juez Marcelo Bailaque dejará su cargo en la Justicia Federal, luego de que el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, informara que este lunes Javier Milei aceptó su renuncia. El magistrado federal enfrenta un proceso judicial en el que se lo acusa de favorecer a imputados vinculados con el narcotráfico en la ciudad de Rosario.
Según detalló el titular de la cartera de Justicia, Bailaque está imputado como presunto autor de los delitos de extorsión, concusión, prevaricato, abuso de autoridad, incumplimiento de deberes de funcionario público, falsedad ideológica de documento público y allanamiento ilegal.
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La decisión implica la pérdida de fueros del magistrado y habilita la ejecución de su prisión preventiva, dispuesta por el Juzgado Federal número 4 de Rosario y ratificada por la Cámara Federal de Apelaciones de esa ciudad. La semana pasada, mediante un comunicado escrito, Bailaque se había defendido de las acusaciones y negó tener vínculo con narcotraficantes.
El Poder Ejecutivo anticipó el trámite y este lunes formalizó la aceptación de la renuncia de Marcelo Bailaque como juez federal de Rosario. La decisión, comunicada al Ministerio de Justicia y a la Corte Suprema, comprende el cese inmediato en sus funciones. El magistrado había intentado defenderse por escrito durante las últimas semanas, antes de concretar su salida.
Sebastián Armario, secretario de Justicia, sostuvo que desde el Gobierno nacional buscan que se investigue a fondo el caso. “No hay intocables. Nuestro compromiso con la restauración moral y ética de la República es total. Estamos llevando adelante una reforma profunda y estructural de la Justicia que permitirá que los delincuentes vayan presos”, afirmó Amerio, alineado con el discurso del presidente Javier Milei.
Fuentes judiciales atribuyen la renuncia a una acumulación de denuncias por mal desempeño e irregularidades en causas vinculadas al narcotráfico, incluyendo presunta protección y falta de acción ante bandas criminales en la provincia.
Los tres cargos
El dictamen sobre Bailaque indica la presencia de tres cargos que lo acusan de mal desempeño. El primero apunta a los vínculos entre el juez Bailaque, su contador y amigo Gabriel Mizzau, y el narco Esteban Alvarado. Al momento de ser imputado, los fiscales lo acusaron de haberse excusado tardíamente en una causa contra Alvarado y de haber demorado escuchas clave a Rosa Natalí Capuano, ligada a una de las empresas investigadas.
El segundo cargo involucra una supuesta maniobra coordinada entre Bailaque, el empresario Fernando Whpei y el extitular de ARCA, Carlos Vaudagna —quien luego declaró como arrepentido—, para armar una causa contra dos financistas y extorsionarlos. La operación, iniciada en 2019, apuntaba a pedirles dinero a cambio de cerrar investigaciones, en el marco de una interna por el control de la aseguradora San Cristóbal.
El último cargo contra el juez federal apuntó contra la relación de amistad entre Bailaque y el empresario Fernando Whpei, que está cumpliendo su condena en su casa tras ser acusado por extorsión.
BGD/ML