“Lo que pasó con María Becerra y Milo J tuvo un impacto importante”

“Este año fue, sin lugar a dudas, el mejor Cosquín Rock que hemos tenido”, afirmó a PERFIL José Palazzo, quien junto a su equipo inauguró la fiesta más federal del rock nacional, en 2001. Aquella edición se celebró en la Plaza Próspero Molina, vendió tres mil entradas anticipadas y plantó una grilla estelar, con Divididos, Los Piojos, Las Pelotas y La Bersuit Vergarabat a la cabeza. El camino fue largo hasta este vigésimo quinto aniversario, dividido en dos días con dos estéticas ligeramente marcadas: un día lo cerraron Los Piojos; el otro Babasónicos, . Dos improntas que clausuraron días marcados por el rock y por una nueva generación que ya no pide cancha, la comparte: Nicki Nicole, Wos, Ca7riel y Paco Amoroso, Blair, Conociendo Rusia y Dillom, entre otras expresiones que conviven a la perfección con bandas instaladas, como Las Pelotas y Divididos, Skay o No te va Gustar. Este Cosquín Rock 2025 más de ciento diez mil personas.

—¿Por qué decís que este fue el mejor?

—En infraestructura, en convocatoria, en puesta, en producción artística. Sube la vara para el próximo. Sentimos que fue un festival muy fuerte. Trabajamos todo el año para lograr lo que nos habíamos propuesto y en casi todos los aspectos superó las expectativas.

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

Hace varios años, Cosquín presenta un estudio de triple impacto, que aborda el aspecto económico, fiscal, social y ambiental, y da cuenta de las virtudes concretas del festival. Al cierre de esta edición, el informe preliminar realizado por Instituto Cultura Contemporánea y la Universidad Siglo 21 sostiene que la movilización económica que generó Cosquín Rock fue de 49 mil millones de pesos; con 6.992 millones de pesos de impacto fiscal. Por ejemplo, al analizar el gasto por asistente, el promedio fue de 598.987 pesos para los visitantes de otras provincias; y en cuanto a tributos, cada uno de ellos generó en promedio 97.723 pesos en impuestos. Más del 40% de la recaudación fiscal total queda en cuentas nacionales, mientras que más del 30% se distribuye en otras provincias, con una parte menor destinada a la provincia de Córdoba y al municipio local. “Por supuesto que cuando uno ve estas cifras, se da cuenta realmente de lo que significa el Cosquín para Córdoba como sede de todo lo que mueve económicamente. Y en las crisis turísticas como la que tuvimos este año, fruto de que Brasil estaba muy barato, me parece muy importante lo que se logró a nivel cultural como motor de la economía del turismo”.

—En la grilla de Cosquín Rock coexistieron las leyendas con la novedad. ¿Cómo funcionó esa convivencia?

—La diversidad que se plantea entre las nuevas generaciones, los consagrados, las leyendas vivas y los artistas que nosotros creemos que son promesas y por eso los ponemos ahí, funcionó impresionante. Todos tuvieron muy buena convocatoria, todos los escenarios funcionaron muy bien, hubo un respeto por parte de la gente de todos los estilos que se ofrecieron y que se pusieron a disposición de la gente y creo que cada vez más la gente va a ver todo. En nuestro análisis, estudio y encuestas, la gente va a vivir una experiencia donde la música es lo más importante. Muchísimas familias completas viendo a Wos, a Dillom, a Ca7riel y Paco, a Nicki Nicole, a Luck Ra. Y quizás los padres se iban a ver los Divididos o a Skay. En esa amplitud está el secreto.

—Tengo la sensación de que la transmisión da cuenta de la potencial audiencia del Cosquín, que es impactante.

—La transmisión del festival se divide en varias partes. El streaming, que es la transmisión más firme, logró una expansión exponencial en toda América Latina y México. Las cifras son increíbles: hubo un pico de un millón y medio de personas viendo Cosquín Rock. Ahora las reproducciones están altísimas dentro del streaming de Disney, lo que da una visibilidad al festival en México, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, Paraguay y Ecuador. También tuvimos mucho impacto en las transmisiones de radio: Cosquín Rock Radio, Mega, Hit y varias radios que transmitieron del interior del país le dieron una potencialidad muy importante.

—Hubo muchas expresiones contra el Gobierno: Blair, Dillom, Los Piojos, No Te Va Gustar y algunos más. La principal crítica fue el ataque a la cultura. ¿Por qué sentís que se dio así?

—Los artistas trabajan con total libertad. Hacen lo que quieren, se juntan entre ellos, hacen sus propios repertorios. Las únicas limitaciones que tienen es la hora a la que suben a tocar y la duración. Después, pueden decir y hacer lo que quieran. Creo que fue el primer evento masivo en el que se juntaron muchos artistas después de lo que sucedió con María Becerra y con Milo J, concretamente. Ambos casos tuvieron un impacto muy importante en la cultura musical y eso se hizo ver. Son artistas muy chicos y el resto de los músicos argentinos se solidariza, porque sienten que en algún momento estuvieron en esa situación.

Fuente: Perfil.com