Tras decapitar y descuartizar a su pareja, quiso hacer creer que ella era víctima de una banda narco
Un hombre de 59 años de nacionalidad dominicana fue condenado a prisión perpetua por decapitar y descuartizar a su pareja en Florencio Varela en 2019, luego de hacer pasar que ella fue víctima de una banda narco con la que él trabajaba y quedó envuelta en una vendetta.
El 22 de marzo de 2019 unos transeúntes encontraron en un descampado de Florencio Varela, en 519 y 523, el torso y una pierna de una mujer: a los dos días, a 400 metros se encontró su cráneo.
La víctima fue identificada como Francisca Aquino Tejeda, de nacionalidad dominicana, quien murió por un shock hipovolémico producto de una decapitación.
Del hallazgo de los restos humanos, un policía advirtió que ella llevaba puesto un anillo que tenía un sello distintivo y a él le recordó que en la puerta de la Comisaría donde trabajaba estaba pegado un afiche con la imagen de una mujer, y tenía puesto el mismo tipo de bijouterie.
El policía en cuestión llamó a los números con pedido de información en ese afiche y habló con una mujer: resultó ser la dueña de la habitación que le alquilaba a la víctima y a su pareja.
La propietaria del lugar le dijo que no había visto nada anormal en la pareja y que el hombre, también de nacionalidad dominicana, dijo que la mujer lo había dejado y se había ido de su casa.
Paralelamente, ante la Morgue de Quilmes se presentó la pareja de la mujer, Antonio de la Cruz, quien se habría enterado del hallazgo de un cuerpo a raíz de una noticia difundida por un medio de comunicación.
La Policía Bonaerense siguió la pista del lugar de trabajo de la víctima y allí empezó a recaer la sospecha sobre la pareja de ella. Las compañeras de trabajo dijeron que Tejeda tenía problemas con su novio porque «la maltrataba, le pegaba, le sacaba la plata y la agredía física y psicológicamente».
Incluso, sus compañeras de la casa de comidas donde trabajaba dijeron que la última vez que la vieron estaba cansada y que, según palabras de la víctima, no había dormido, porque si se descuidaba su pareja la mataba.
La Policía allanó la habitación en la que habían vivido la pareja, la víctima y el ahora condenado, y se encontraron con algunos elementos con rastros de sangre que pertenecían a la víctima.
Se trata de un alargue con enchufes, un colchón y una frazada de la habitación: tenían manchas hemáticas y resultaron ser de la víctima, por lo que la Policía detuvo a De la Cruz.
El hombre fue condenado a prisión perpetua por ser considerado responsable del delito de homicidio de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género, según el Tribunal con la firma de los jueces Jorge Moya Pasinello, Julia Márquez y Gustavo Farina.
Fuente: NA. Foto: Perspectiva Sur